Un Globo aerostático es una aeronave que se eleva sobre el nivel del suelo por ser más ligera que el aire.
Consta de un depósito de tela lleno de aire caliente o de un gas ligero, como el hidrógeno o el helio, del que pende una barquilla para los pasajeros.
Los hermanos franceses Joseph-Michel Montgolfier y Jacques-Étienne Montgolfier fueron los primeros en construir un globo capaz de elevarse sobre el suelo. Realizaron su primer vuelo el 15 de noviembre de 1782 y el éxito fue enorme.
Durante las guerras napoleónicas, el ejército francés creó una unidad de globos para misiones de observación, aunque debían permanecer sujetos al suelo mediante una cuerda, para evitar ser arrastrados por el viento. Unidades similares fueron creadas en la mayoría de los ejércitos europeos durante el siglo XIX.
Sin embargo, los globos carecían de sistema de gobierno y no podían navegar libremente.
El primer dirigible, es decir, un globo dotado de un motor, fue construido en 1852 por el francés H. Griffard. Continuaron utilizándose globos cautivos como elemento de observación hasta la I Guerra Mundial. Fueron arrinconados por el desarrollo de la aviación.