Los menhires son unas piedras altas, que hincaban verticalmente en el suelo nuestros antepasados.
En España se conservan menhires en Cataluña y Galicia.
La aparición ‘al por mayor’ de menhires comenzó en la Europa neolítica, en torno al 4.000 aC, al mismo tiempo que los primeros obeliscos egipcios.
Mientras que los obeliscos egipcios fueron posteriormente tallados con caras planas, los menhires europeos fueron tallados y suavizados.
Aunque hay sugerencias de significado astronómico en de muchos de los menhires más grandes, no significa que que esto era así para todos los menhires.
El menhir es la forma más antigua y rudimentaria de monumento pétreo que se conoce.
Estos bloques de granito (algunos de más de 20 metros de altura) se colocaban verticalmente y se clavaban en el suelo.
Los menhires raramente están solos. Cuando están dispuestos en forma de círculo, se les conoce con el nombre de crom lechs.
El grupo más importante es el de Carnac, en Francia, formado por más de 3000 menhires alineados en 3 filas, que se extienden por una llanura de más de 4 km de longitud. Son las huellas de un antiquísimo culto, probablemente solar.