Conviene llamar la atención sobre la creciente importancia que está adquiriendo el trabajo de equipo en el aula.
La combinación de trabajo individual y trabajo colectivo tiene una gran importancia formativa.
Una medida importante cara a la realización de un trabajo en equipo consiste en que cada uno de los miembros de éste desarrolle con exclusividad una misión específica.
Por lo demás, siempre será conveniente un estudio detenido de las posibilidades de cada grupo, que comprenda una clara especificación de objetivos, una determinación del tiempo y naturaleza del trabajo que se trata de realizar y un control final sobre la realización efectiva de ese trabajo.
La utilidad de los distintos métodos y técnicas de estudio viene determinada en gran medida por nuestra capacidad para adaptarlos a las diferentes materias y a las necesidades del momento.
Trabajar en equipo permite por lo general una mayor profundización en el tema estudiado, al tiempo que hace factible se conozcan las opiniones y los enfoques de los demás, haciendo posible un proceso de fijación de contenidos e ideas mucho más sólido.
Además, tiene un efecto estimulante.
Las personas que se caracterizan por su lentitud y parsimonia a la hora de afrontar sus deberes experimentan la necesidad imperiosa de acelerar el ritmo de realización de sus tareas.
La participación de un grupo de personas en el estudio de un tema tiene pues efectos saludables: provoca por lo general un mayor interés entre los miembros del grupo y contribuye a fijar de una manera más sólida los conocimientos adquiridos.