La Bomba atómica de fisión es un artefacto explosivo basado en la fisión del uranio o del plutonio. Se basa en el principio de la reacción en cadena, según el cual los electrones emitidos por la descomposición de un núcleo radioactivo estimulan la desintegración de los núcleos próximos, liberándose una gran cantidad de energía.
El proceso sólo se produce si existe una mínima cantidad de combustible nuclear, denominada masa crítica. El combustible de la bomba permanece dividido mientras el artefacto permanece en reposo.
Cuando se activa, todo el material se agrega, superando así el peso de la masa crítica y produciendo una violenta explosión.Alemania inició la investigación sobre la bomba atómica en 1938, tras el descubrimiento de la fisión, pero no pudo desarrollarla antes del final de la Segunda Guerra Mundial.
El proyecto norteamericano nació en 1940 y fue dirigido por el físico de origen alemán Robert Oppenheimer. La investigación se llevó a cabo en tres ciudades-laboratorio secretas, donde trabajaban 55.000 personas.
El 9 de julio de 1945 se lanzó la primera bomba atómica de prueba, en una localidad de Nuevo México llamada Alamogordo.
El 6 de agosto se arrojó sobre Hiroshima una bomba de uranio 235, bautizada como Little Boy. Tres días después se arrojó sobre Nagasaki un artefacto de plutonio denominado Fat Man. En ambos casos, la temperatura alcanzó los 6.000 ºC en el punto de la explosión y la presión las 10 tm por m2. Murieron unas doscientas mil personas.